Siempre me ha parecido incomprensible la actitud de aquellos “vecinos” que “libremente opinan” en la televisión sobre un hecho que le ha pasado a algunos de sus vecinos. Pues, así como dan sus inverosímiles opiniones, uno se pregunta si alguna vez se acercaron a su vecino para preguntarle si necesitaba alguna ayuda para solucionar lo que le afecta. Principalmente cuando son los niños los que han sido afectados y, si vieron que estaban en peligro su integridad personal, porqué no hicieron algo para así poder haber evitado las graves consecuencias que, sin tapujo alguno o sin vergüenza alguna se dan el derecho que no tienen de opinar. Ya que de esta forma también son indirectamente responsables de aquellos graves hechos.
Es nuestra mal habida idiosincrasia dicen los sociólogos. Pero porqué nos cuesta ser solidarios en el momento oportuno. Creímos que la solidaridad es dar algo material sólo para las catástrofes, para así también salir en los medios de comunicación para que todos se enteren de lo importante que es nuestra donación. Queriendo hacer sentir a quienes recibirán nuestra ayuda mucho más miserables de lo que ya se siente por lo que le está afectando. Y, ufanos, esperamos que públicamente se nos agradezca dicha ayuda y pobre que no lo hagan, inmediatamente diremos que son unos malos agradecidos.
Mi comentario anterior es a causa de que ya hace un tiempo estamos viviendo un hecho lamentable de una dirigenta social de aquí en Nacimiento que está desaparecida y hemos escuchado una variedad de comentarios mal intencionados, sin pensar que son los hijos menores los que más están sufriendo, cuando ellos tan sólo quieren a su mamá a su lado.
Si estos “nacimentanos” tienen ahora tiempo para divulgar sus enajenados comentarios, porqué entonces antes no se dieron el tiempo de ir a preguntarle a esta dirigenta social si necesitaba alguna ayuda para solucionar lo que estaba viviendo en su hogar. Nadie sabe lo que pasa tras de una puerta de un hogar. Por lo mismos, no seamos indolentes en el momento de juzgar sin saber lo que antes pasaba no sólo en este hogar.
Deseamos fervientemente de que pronto podamos tener noticias de esta dirigenta social por el bien, principalmente, de sus hijos. Anhelo también que los nacimentanos nos queramos un poquito más y por lo mismo nos cuidemos mutuamente. Principalmente cuidemos a nuestros niños porque da una tremenda tristeza que Nacimiento salga en las noticias policiales continuamente porque se abuso de un niño. Pensemos en ese infinito dolor que en el alma se le deja a un niño violentado sexualmente.
No lo olvidemos los adultos que una vez también fuimos niños y mucho mejor lo fue si tuvimos una grata infancia, la cual, nos emocionamos al recordar aquellas alegres vivencias.
No puedo dejar de agradecer muy emocionada a quien fuera mi vecina y compañera de curso en Angol, a la profesora Miriam Oñate Morales de la Escuela Oscar Guerrero Quinsac, por invitarme a participar en una actividad del Día del Libro; el día jueves 23 de abril. Como se lo comenté a Miriam que, participar con sus alumnos, fue una cura para el alma.
Fraternalmente espero que todos los nacimentanos siempre encuentren curas para el alma cuando realmente lo necesitan. Esto nos ayuda hacer mejores personas y por ende contar siempre con una verdadera solidaridad vecinal en nuestra querida comuna de Nacimiento. Quien, dignamente se lo merece.