Por Narcisa Lezano Barriga
La generosidad no es sólo válida para un momento determinado, sino principalmente para sembrarla cada día a favor de quienes siempre la están necesitando. Se equivocan terriblemente “aquellos(as) nacimentanos(as)” que creen que sólo pueden ser generosos(as) para tener algo a cambio en un determinado momento para su grandeza personal. Esta egoísta actitud es solamente un enfermizo oportunismo para adquirir cierto poder ante los(as) demás nacimentanos(as).
Las instituciones o agrupaciones sociales han venido a soslayar la situación de aquellos(as) nacimentanos(as) en situación más vulnerables socialmente. No para que “aquellos(as) nacimentanos(as)” crean que pueden ser manipuladas a sus antojos. Creyendo que quienes integramos dichas instituciones o agrupaciones no tenemos capacidad para tomar nuestras propias decisiones y se nos trata igual como si fuéramos niños.
Lamentablemente hay algunos(as) “nacimentanos(as)” que entran a estas instituciones o agrupaciones para criticar todo lo que se hace en ellas y en cambio no aportan nada positivo. Porqué entonces no se van donde se sientan respetados(as) por los(as) dictadores(as) que son.
Resulta también un tanto cómico que, igual como si estuviéramos en una guerra fría en Nacimiento, como las grandes potencias mundiales hay también “nacimentanos(as)” que van a estas instituciones o agrupaciones a espiar para llevarles “información” de lo que se hace en ellas a los que se creen los reyezuelos de Nacimiento. Que actitud más grotesca y más cobarde de estos llamados(as) “nacimentanos(as)”.
Todas las instituciones y agrupaciones sociales deben seguir existiendo en
Nacimiento y no por una actitud sectaria y por ende muy irresponsable se le disminuya la subvención, cuando dicha disminución le afectará a los nacimentanos más vulnerables socialmente como ha ocurrido con el Hogar de Cristo. Si se llega a cerrar el Hogar de Cristo, será principalmente por la irresponsabilidad de “nuestras autoridades” que no han sabido proteger y por ende defender no sólo a esta institución que tanto bien le brinda a nuestra querida comuna de Nacimiento.
Epitafio para un Cantor: (A Gervasio)
Las maliciosas noticias,
Aquellas que, a algunos seres,
Los hace sentirse dignos,
Y por eso se dan el derecho a difundirlas,
Cubrió de densas tinieblas
A tu ganada buena suerte a la vida.
Siendo estas mismas noticias
Las que al final te inducieron
A precipitar tu indefinida partida.
Y te fuiste,
Sin decirles adiós
A quienes verdaderamente te amaron,
Ni a esa primaveral mañana de octubre
Que te vio partir entre perfumados campos;
Con tu espíritu aún cubierto de invierno.
La noticia de tu partida
Golpeo de improviso a todas las conciencias
Y las cubrió de quemantes remordimientos.
Y por ello, te lloré al oírla;
Te lloro al escuchar los versos tuyos:
“Ojala que en el momento del adiós/
Me recuerdes como te recuerdo yo”.
Te lloraré, cuando la pesada puerta de cal
Cubra tu cuerpo para siempre;
Y te lloraré, mientras mi razón
Me permita recordarte a través del tiempo.
Ahora,
Ya tu espíritu está encontrando la calma
Que no encontró en vida como lo quisiste,
Ni menos entre aquéllos
Que dijeron ser “tus amigos”.
Pues mientras te daban
Golpecitos de simpatías en la espalda,
Con murmuraciones mal intencionadas
Iban juzgando tu tiempo,
Entre sus endemoniados labios.
¡Pero serán estos mismos labios,
Qué para algarabía de la morbosidad!
Te dirán en sendos discursos en el adiós:
“Que tú también fuiste bueno,
Como tantos otros lo fueron
Y como seremos quizás, los que aún quedamos”…
¿Y por qué esto no te lo dijeron en vida,
Como a los demás y a todos quienes lo necesitamos,
Como bálsamo para consolar o remediar al espíritu,
Cuando éste, realmente lo necesita?...