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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Nuestro Humanismo Compartido

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Por Narcisa Lezano Barriga



Nos acercamos raudamente a las festividades de Navidad y Año Nuevo y vemos nuevamente la locura de las compras como si con ello humanizáramos más a nuestro espíritu. Todo lo contrario, al final queda una sensación desganada de lo que significamos como personas; especialmente ante los niños al heredarles una falsa tradición mercantil y no legarles lo que realmente significan para la Humanidad estas festividades más allá del credo religioso de cada uno.


Anhelo que todos ustedes tengan una reconfortante Navidad en familia, con sus amigos y con sus vecinos compartiendo a la vez sus gratificantes deseos  para tener así un fortaleciente Año 2012.


¡Jubilosamente, es Navidad!

Mi añorada y cálida Navidad,
Vuelves a mi tierra una vez más,
Trayéndome contigo, a la casi olvidada paz.
Al tenerte en nuestra faz,
Tú despiertas en los hombres
A sus dormidos sentimientos;
Tras la crueldad; tras la indiferencia.

Navidad ¡jubilosamente, eres mi esencia!
¡Sí, mi emotiva Navidad!
Qué no eres blanca aquí en mi suelo;
Como en otros lejanos suelos.

Eres un amplio y colorido velo
En nuestra reciente nacida vegetación.
Adornando, aromando y por ende alegrando
Cada rincón de nuestro largo suelo.
Navidad, contigo olvidamos los desvelos,
Nacidos tras tu prolongada ausencia.
Cómo quisiera, qué como todos quieren,
Que te quedes siempre junto a nuestra mesa;
Mas, sobre todo, junto a esas pequeñas camas.

Junto, principalmente, hoy y mañana
A quienes no te pueden vivir.
Y, especialmente, a quienes ¡no te quieren vivir!