Lo sucedido anoche en el monumental fue algo anormal. Bueno pero anormal. Provocador de alegrías pero anormal…Monumental pero anormal.
Una de esas noches en que todo resulta bien, independiente de lo que se haga o deje de hacer, todo resulta favorable. Una de esas noches en que se conjugan miles de argumentos o situaciones (en este caso futbolísticas) solo para un lado. Anoche todo fue para Colo Colo.
Pocas veces. Recuerdo el 2-0 a los ingleses en Wembley, y la final de la Libertadores ante Olimpia. Ambas me dejaron con la misma sensación a poco andar del encuentro: se podría jugar dos semanas de alargue y realizar veinte cambios por equipo y la situación no se alteraría. Es raro y poco frecuente. Pero claramente ayer Colo Colo se levanto con el pie derecho.
No quiero decir que no tenga merito la planificación del partido, las actuaciones individuales o la estrategia de Borghi. Pero lo pongo en un segundo plano. La línea del partido no cambio un ápice desde el primer minuto de juego. Y eso es merito de nadie, ni del infortunio de los xeneises para meterla adentro, ni del marco que rodeó a este partido. Solo atribuible a lo magnifico que puede pasar en una cancha de futbol, las mismas pasadas lentas y sin brillo, los deslucidos centros, carrerones sin sentido, eran anoche espectaculares jugadas que mantuvieron en vilo a los millones de futboleros.
No me gusta hablar de suerte en el futbol, pero el análisis se reduce a eso: en un partido pobrísimo en lo táctico, todos los rebotes fueron para los blancos, todos los uno contra uno eran ganados por los blancos, los piques más rápidos, las molleras más empinadas, eran de los blancos, que siempre estuvieron en el momento justo.
En un juego con tantos elementos y distractores: distancias, alturas, contrarios, compañeros, reglamento, publico etc… pero perceptivo más que otra cosa, es difícil manejar intencionadamente tan bien todos los aspectos.
Anoche las “rachas perceptivo-motrices” (o saber estar), que suelen cambiarse de bando varias veces en el transcurso de un partido, se mantuvieron siempre del lado blanco.
Digo categóricamente que no hay entrenamiento que logre y ni siquiera busque tal efectividad. Hay algo mas que se encierra en lo divino y desconocido que tiene el futbol, y anoche estuvo de parte de Colo Colo.
Mucha “cueva” para los albos y muy poca para los xeneises. Mucho mas que eso no hubo… a si que: ¡¡cuidado con los acaloraditos...!!
Pd: no soy chuncho, ni mucho menos xeneise…. Le voy al colo colo.
Una de esas noches en que todo resulta bien, independiente de lo que se haga o deje de hacer, todo resulta favorable. Una de esas noches en que se conjugan miles de argumentos o situaciones (en este caso futbolísticas) solo para un lado. Anoche todo fue para Colo Colo.
Pocas veces. Recuerdo el 2-0 a los ingleses en Wembley, y la final de la Libertadores ante Olimpia. Ambas me dejaron con la misma sensación a poco andar del encuentro: se podría jugar dos semanas de alargue y realizar veinte cambios por equipo y la situación no se alteraría. Es raro y poco frecuente. Pero claramente ayer Colo Colo se levanto con el pie derecho.
No quiero decir que no tenga merito la planificación del partido, las actuaciones individuales o la estrategia de Borghi. Pero lo pongo en un segundo plano. La línea del partido no cambio un ápice desde el primer minuto de juego. Y eso es merito de nadie, ni del infortunio de los xeneises para meterla adentro, ni del marco que rodeó a este partido. Solo atribuible a lo magnifico que puede pasar en una cancha de futbol, las mismas pasadas lentas y sin brillo, los deslucidos centros, carrerones sin sentido, eran anoche espectaculares jugadas que mantuvieron en vilo a los millones de futboleros.
No me gusta hablar de suerte en el futbol, pero el análisis se reduce a eso: en un partido pobrísimo en lo táctico, todos los rebotes fueron para los blancos, todos los uno contra uno eran ganados por los blancos, los piques más rápidos, las molleras más empinadas, eran de los blancos, que siempre estuvieron en el momento justo.
En un juego con tantos elementos y distractores: distancias, alturas, contrarios, compañeros, reglamento, publico etc… pero perceptivo más que otra cosa, es difícil manejar intencionadamente tan bien todos los aspectos.
Anoche las “rachas perceptivo-motrices” (o saber estar), que suelen cambiarse de bando varias veces en el transcurso de un partido, se mantuvieron siempre del lado blanco.
Digo categóricamente que no hay entrenamiento que logre y ni siquiera busque tal efectividad. Hay algo mas que se encierra en lo divino y desconocido que tiene el futbol, y anoche estuvo de parte de Colo Colo.
Mucha “cueva” para los albos y muy poca para los xeneises. Mucho mas que eso no hubo… a si que: ¡¡cuidado con los acaloraditos...!!
Pd: no soy chuncho, ni mucho menos xeneise…. Le voy al colo colo.
2 comentarios:
En realidad concuerdo contigo..Diego Reyes...
Atte
Alboman..O lazaro da lo mismo.
Y el amargo de Tristelme.. niumbrillo..
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